La sonda Lambda y el sensor de temperatura de los gases de escape ¿son la misma cosa?

Se trata de dos sensores diferentes, aunque ambos se colocan en el silenciador. El sensor de temperatura de los gases de escape detecta, como su nombre indica, la temperatura máxima y mínima de los gases de escape: un dato importante para comprobar que la carburación sea la adecuada. Hay que colocarlo en el tubo de escape, a unos 15 cm de distancia respecto a las lumbreras de escape.
En comparación con este sensor, la sonda Lambda permite evaluar de manera más exacta el estado efectivo de la carburación, puesto que mide la cantidad de gasolina y aceite que ha quedado sin quemar dentro del silenciador, lo que permite saber la “relación estequiométrica” real. Como he dicho antes, la sonda Lambda hay que colocarla también en el silenciador, pero a diferencia del sensor para el termopar del gas de escape, no ha de respetar una distancia fija. Se pueden utilizar ambos sensores contemporáneamente para evaluar mejor si la carburación del motor es la correcta.

En mi opinión, es una afirmación totalmente falsa. Lo verdaderamente ventajoso, en lo que se refiere al tiempo en la vuelta, es lograr mejorar la aceleración en la salida de curva. Por consiguiente, si se logra mejorar las prestaciones del motor cuando se sitúa en los niveles bajos de revoluciones, se gana tiempo en cada curva; mientras que si se mejora el rendimiento con los niveles altos de revoluciones, esto supondrá una ventaja sólo en las rectas, las cuales, en un kartódromo, son pocas en comparación con los tramos mixtos. En resumen, es aconsejable instalar, en general, un silenciador que pueda ayudar al motor cuando trabaja en los niveles bajos de revoluciones; lo cual daría como resultado unas prestaciones mejores en lo que al cronómetro se refiere.